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RUIDO BLANCO 3

iNMORTAL SILENCIOSO - ALVARO APARICIO
REGRESO A ALBA - ALVARO MORALES
EL VIENTO SOPLA LOCO - ESPERANZA CASCO
EL BARÓN DE MONTFORT - MÓNICA MARCHESKY
CACERÍA - PEDRO PEÑA

Enlaces para bajar los textos

lA PERVERSA - ALVARO BONANATA
LAS ALAS DE LA LIBÉLULA - ANA SOLARI
MUEBLES "EL CANARIO" - FELISBERTO HERNÁNDEZ
LA DOCTRINA NEN - PABLO SILVA OLAZÁBAL
LOS SUEÑOS DE LA CARNE - RAMIRO SANCHÍZ
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INVITACIÓN A UN PACTO DE CIENCIA FICCIÓN

AliciaSemiglia

(Consejo de Educación Secundaria - Universidad del Trabajo, Uruguay -

Grupo de Investigación sobre Literatura Fantástica Uruguaya)

Ruido blanco 3. Cuentos de Ciencia ficción uruguaya

.

Sel. Mónica Marchesky. Pról. Elvio E. Gandolfo.

Montevideo: MMEdiciones / Ediciones 1024,

2015. 160 págs.

 

Imposible no confesar que el acercamiento fue ingenuo, pleno del entusiasmo que cualquier lector amante de la Ciencia

ficción lleva en su interior al encontrarse frente a un libro perteneciente al género (ya desde la carátula, diseñada por Daniel Puch).

Al emprender el tránsito de cada uno de los cuentos de la antología, se percibe queRuido blanco 3 se compone en la diversidad, comenzándose a disfrutar el sentirse atrapado por cada una de las historias. La ingenuidad primaria es entonces complacida.

 

Se establece el pacto, sus textos lo permiten. Pero no solamente nos quedamos complaciendo a aquel lejano adolescente que llevamos dentro, que nutría su imaginación con “cómics” y libros que según nuestros padres eran historias “extrañas”. Con el tiempo fuimos advirtiendo que esas historias, además de entretenernos, nos atrapaban, porque nos reconocíamos en sus personajes, porque calaban nuestra propia naturaleza, porque, como sostiene Antonio Rómar (2009), “no se escapa que la ciencia ficción ha venido a cuestionar las mismas inquietudes que llevan atenazando al ser humano desde su misma

toma de conciencia” (824).

 

Al construirse en la diversidad, la antología se vuelve más atractiva. La propuesta abarca desde el desencanto luego de muchos años de haber comenzado “la conquista del espacio”, así como el anhelado y ya descartado encuentro con la amada perdida en una nave cincuenta años atrás en la misma narración.

 

No en vano se afirma que en Ciencia ficción, la novela romántica también tiene cabida, sin que perdamos por eso el interés por la historia en donde los viajes interespaciales y los hombres rudos y aparentemente insensibles continúan adelante luego de haber sido vencidos por seres de lejanas galaxias, a los que ni siquiera han tenido frente a sus ojos. Esta es parte de la propuesta de Álvaro Morales Collazo, en su cuento “Regreso a Alba”. El título sugiere el regreso a otro mundo, sin embargo la narración toma otro camino y el mismo se torna ambiguo.

 

Una historia de carácter apocalíptico: “La doctrina NEN”. En ella se contrapone la candidez de un personaje que discurre a contracorriente, indiferente frente al hecho de que el mundo se le cae literalmente encima en forma de lluvia “de gotas pesadas mercuriales, infinitamente sucias” (107). La insistencia en dirigir su mente hacia pensamientos positivos, con la finalidad de acudir a una ceremonia largamente esperada, no se altera aun al ver cómo un joven, en loca carrera bajo la misma lluvia tóxica, cae y se hunde en una canaleta sin que nadie intente socorrerlo, ni siquiera él mismo, careciendo de un

mínimo gesto de supervivencia. Una vida que transcurre en una “Segunda Tierra”, un

hombre llamado “G” y la “Doctrina NEN” que en lo más íntimo no se acata, porque su acrónimo indica “Nunca Esperes Nada”.

 

En una línea retrofuturista, Mónica Marchesky nos introduce en una historia ubicada en el siglo XIX, “El Barón de Montfort”. En ella, una serie de elementos fantásticos le otorgarán un matiz de intriga y misterio: al descender al sótano de la casa del fallecido tío Rudy, buscando en un viejo baúl, Clohé encuentra un extraño artefacto cuya revelación provocará una búsqueda en la que lo sobrenatural se encontrará presente, y será la causa de un invento que revolucionará el curso de la Historia del hombre. La sorpresa se presentará al encontrar dentro del relato a un conocido científico. El cuento de Marchesky nos permitirá ponernos en los zapatos de nuestros abuelos; como señala Mariano Martín Rodríguez (2013), en los relatos retrofuturistas “se imagina una voz enunciadora del futuro que narra su pasado, el cual no es otra cosa que nuestro porvenir” (69).

 

El miedo a quedar atrapado en un cuerpo muerto, relacionado tal vez al de ser enterrado vivo, subyace en el inconsciente colectivo como terror infantil. “Inmortal silencioso”, de Álvaro Aparicio, es la historia narrada en primera persona, de un hombre que es declarado clínicamente muerto, pero permanece consciente: “por un segundo mi mente se abrió al vacío, pero algo me impidió cruzar, confinándome a la carne...” (13). Tras ser observador de las sucesivas “tanatopraxis” ejecutadas en su propio cuerpo, es testigo de los diversos desperfectos técnicos que se suceden a lo largo de su eterna existencia que

provocan su inevitable descomposición. Descubrirá qué lo hace realmente humano.

 

Ana Solari, en “Las alas de la libélula”, una metaficción en la que se confunden las vivencias del protagonista con la creación de su novela y a la que el narrador nos  hace  ingresar sutilmente, presenta una mirada un tanto desoladora para el destino de la humanidad. Sin embargo, a través de Moss, el personaje que busca evadirse de los conflictos bélicos que tantas pérdidas provocara en su vida, pareciera que una luz de inocencia y esperanza en el futuro se cobijara en su interior.

Así como afirmara Solari no sentirse motivada a recrear sus historias en un Uruguay de ficción –en una entrevista radial en Emisora del Sur (16/7/2014)–,

 

no ocurre

lo mismo con “La Perversa”, de Álvaro Bonanata. En esta historia en la que encontramos una población uruguaya netamente de sexo femenino –Artigas es “la madre de los orientales” (25)–, se presenta un ejército de mujeres proveniente de Montevideo, Rivera y otros sitios del país. La narración en flashback le otorga un carácter cinematográfico a la historia. Una mujer embarazada en una tierra sin hombres es el disparador que nos guiará a encontrar la respuesta a lo largo del relato.

 

Rio de Janeiro de fin del mundo, Uruguay –hasta el recuerdo de una época en UTU–, y las canciones de Rubén Rada, son los referentes en “El viento sopla loco allá arriba”, de Esperanza Casco. Una historia de amistad y desencuentros. Relatos simul-

táneos que describen lo vivido por amigos en diferentes localidades de Rio de Janeiro.

 

Ramiro Sanchíz parece “jugar” con un aire local, pero su pueblo en la playa Punta de Piedra nos desvía a ese mundo posible en el que Federico relata un recuerdo de su infancia en “Los sueños de la carne”. La llegada a la costa de una ballena muerta (¿era una ballena?) abre para el niño un universo en el que se introduce a través de la lectura de una enciclopedia de su abuelo, la conversación con los más viejos del pueblo, con los científicos que vienen de la capital, lo que se convierte en una búsqueda detectivesca junto a su amigo Marcos. Pero ese universo se tornará más profundo aún cuando tenga que responder a una pregunta realizada por un científico: “Esa noche sentí que al responder algo se había sacudido en mi memoria” (145). La belleza de la experiencia no queda solo en el niño, porque ya mayor Federico se reencontrará con sus sueños.

 

Con una evidente admiración a la obra de Jim Corbett, el cazador de fieras cebadas, Pedro Peña nos acerca “Cacería”, una historia plena de suspenso y emoción, transmitiendo la adrenalina provocada por el peligro inminente de un narrador en pri

mera persona. Su vida dedicada a esta noble actividad, se torna mucho más peligrosa al encontrarse en un tiempo en el que el “invierno ha llegado hasta las selvas que alguna vez fueron tropicales y que poco a poco desaparecen. [...] Y también están los [tigres] híbridos y las mutaciones genéticas, como esa a la que persigo ahora” (131).

 

Encontrar “Muebles «El Canario»”, de Felisberto Hernández, resultó por demás una agradable sorpresa, un texto que a la distancia está hablando de nuestro presente, en un tiempo en que los medios masivos de comunicación realmente nos venden y filtran su mundo de manera capilar.

 

Ciencia ficción: inquietudes humanas que trascienden un sentir juvenil, inquietudes que, como afirma Ramiro Sanchíz, nos hacen preguntarnos: “¿a dónde vamos como especie?” –en un video en Youtube–. Estaremos a la espera de más Ruido blanco

, una antología de cuentos de Ciencia ficción uruguaya con un sinestésico nombre que nos deja pensando.

 

Bibliografía citada

Rodríguez, Mariano M. “Steampunk: Antología retrofuturista.”

Hélice. Reflexiones críticas sobre ficción especulativa

II, 2 (Junio 2013): 64-73. www.revistahelice.com

Rómar, Antonio. “El mito y la ciencia ficción: Polos de explicación imaginaria de la realidad.”

Ensayos sobre ciencia ficción y literatura fantástica.

Eds. Teresa López y

Fernando Ángel Moreno. Madrid: Asociación Cultural Xatafi / Universidad Carlos

III de Madrid, 2009: 815-826. Impreso.

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